Llegaron las vacaciones de verano, y muchos niños piensan en salir y andar en bicicleta. Después de todo, andar en bicicleta es uno de los hitos más importantes de la niñez. Sin embargo, para muchos niños con condiciones ortopédicas, como parálisis cerebral, es físicamente imposible andar en bicicleta. Además, las bicicletas adaptables cuestan más de $1,650, algo que la mayoría de las familias no pueden costear.
Hospitales Shriners para Niños — Salt Lake City trabaja con benefactores orgullosos para que los pacientes puedan adquirir bicicletas adaptables, con la meta de donar al menos una a la semana. Las adaptaciones van desde pedales para las manos y cinturones de seguridad hasta sillines más grandes con respaldo y un centro de gravedad más bajo. Los beneficios del ciclismo incluyen un sentido de independencia, fortalecimiento de las extremidades inferiores, ejercicio cardiovascular, control del peso, habilidades de equilibrio y diversión, todo lo que lo convierte en un maravilloso complemento de un programa de terapia individualizado.
Spencer tiene 15 años y es uno de las docenas de pacientes que recibió una nueva bicicleta adaptable el año pasado gracias a las donaciones del hospital. Ahora, gracias a su propia bicicleta adaptable Rifton, es capaz de andar en bicicleta por su cuenta por primera vez. “La independencia que le ha dado es maravillosa y asombrosa”, comentó Justin, su padre. “La adora.”