Cuidado Compasivo

Un Método Consciente

Parker ha experimentado una recuperación tanto física como emocional.

Shriners Children’s reconoce la conexión vital entre la salud mental y la recuperación física

La mañana en que la vida de Parker, de 13 años, cambió para siempre, comenzó como cualquier otra. Salió corriendo por la puerta, se subió al auto de su madre, ayudó a acomodar a su hermano menor y todos se dirigieron a la escuela, charlando animadamente sobre el día que tenían por delante. Menos de 20 minutos después, los paramédicos estaban sacando a la familia de un montón de metal.

Esa mañana en el camino, la madre de Parker, Sharonda, sufrió una convulsión y perdió el conocimiento. Cuando su auto se salió de control, Parker entró en acción.

“Parker estaba sentado en la parte de atrás, pero cuando se dio cuenta de que algo andaba mal, se desabrochó el cinturón de seguridad y se puso al frente para hacerse cargo del volante”, comentó Sharonda. “Él nos salvó la vida”.

Mientras Sharonda salió con algunos dedos rotos y el coxis fracturado, y su hijo menor salió ileso, Parker fue transportado al hospital con un tobillo roto, costillas rotas, riñones perforados y la vesícula biliar perforada.

A los diecinueve días de la estancia de dos meses de Parker en el hospital, le dijeron que tendrían que amputarle la pierna, ya que su tobillo roto no permitía que la sangre circulara correctamente. Estaba devastado. Durante los meses siguientes a la amputación, la salud mental de Parker se deterioró rápidamente.

“Desarrolló depresión severa y ansiedad”, comentó Sharonda, explicando que el ferviente atleta estaba convencido de que nunca volvería a sentirse como un niño. Pero iba a intentarlo.

David Westberry, M.D.

Dando la pelea

Parker decidió que lucharía por la vida que amaba. Unos meses más tarde, se encontró en Shriners Children’s Greenville, donde un equipo interno de Servicios ortopédicos y protésicos pediátricos (POPS), fabrica miles de dispositivos de asistencia personalizados para niños cada año.

Con la asistencia del médico David Westberry, M.D., un equipo de fisioterapeutas y ortopedas altamente calificados comenzó a trabajar para garantizar que Parker se recuperara de la mejor manera posible. Le colocaron una prótesis de pierna diseñada para brindar un cómodo apoyo y, por supuesto, mucha actividad física.

Parker utiliza su experiencia para ayudar a otros a darse cuenta de que no están solos.

La conexión física/mental

La recuperación física tuvo un enorme impacto en la salud mental de Parker.

“Por estos días, Parker está más fuerte que nunca”, afirmó Sharonda. “Monta en bicicleta y en cuatriciclo con sus amigos. Juega baloncesto en el equipo de su escuela secundaria. Persevera con una perspectiva positiva. El equipo de Shriners Children’s ayudó a romper las cadenas de Parker, ¡y ahora no tiene límites! Le devolvieron su personalidad”.

Y él no lo da por sentado. Parker, lleno de un sentido de compasión ganado con esfuerzo por aquellos que están luchando, nunca se aleja de un amigo que lo necesita. Reconoce y se relaciona tanto con el dolor físico como con el dolor emocional. Sabe lo que es sufrir y quiere que los demás sepan que no están solos en su experiencia. “Parker utiliza su historia para reconfortar a los demás”, afirmó Sharonda.

La psicóloga Ellen O’Donnell (en la foto con el paciente Andy) y su equipo, hacen un seguimiento de los pacientes en todas las etapas de su atención.

Trabajar en equipo por el bienestar general

El personal de Shriners Children’s se preocupa por el bienestar general de los pacientes, lo que incluye ayudarlos a enfrentar los cambios devastadores que pueden causar dolor emocional o mental. Algunos de nuestros centros de atención cuentan con psicólogos y/o psiquiatras en su personal para ayudar en estos temas. Este es solo un aspecto de lo que llamamos “atención integral”.

Por ejemplo, el centro de atención de Boston cuenta con un equipo de psiquiatría y psicología que atiende a todos los pacientes ingresados en la unidad de hospitalización por quemaduras graves. “Los seguimos en todas las etapas de su atención: desde su hospitalización hasta la atención ambulatoria, y hasta que regresan a sus comunidades, familias y escuelas”, explicó Ellen O’Donnell, Ph.D., directora de los servicios de psicología clínica de Shriners Children’s Boston. “También vemos pacientes que vienen para cirugías de seguimiento o para rehabilitación ambulatoria. Trabajamos estrechamente con el personal médico, los terapeutas de rehabilitación y, especialmente, con la enfermería, la coordinación de la atención, la vida infantil y, dada nuestra gran población de pacientes internacionales, nuestros intérpretes médicos, para apoyar a nuestros pacientes y sus familiares. Trabajamos en estrecha colaboración con el equipo para ayudar a los pacientes a sobrellevar la ansiedad y controlar el dolor, para que puedan alcanzar sus objetivos y recuperarse lo más rápido posible”.

Nuestros pacientes y familiares a menudo necesitan apoyo para adaptarse a su “nueva normalidad”. Es posible que necesiten ayuda para adaptarse a las cicatrices, dispositivos de asistencia o a otros problemas de apariencia física, y practicar cómo contar a otros sobre sus lesiones, condiciones y experiencias durante el tratamiento y la recuperación.

Shriners Children’s se compromete a brindar una completa variedad de recursos y servicios para ayudar a nuestros pacientes a recuperarse en la mayor medida posible y alcanzar sus objetivos.


SEÑALES DE QUE LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL PUEDE SER NECESARIA

Shriners Children’s Philadelphia es uno de nuestros centros de atención que cuenta con un psicólogo dentro del personal, que está disponible para los equipos de atención cuando temas psicosociales y/o emocionales interfieren con la capacidad de un niño para alcanzar sus objetivos. La psicóloga Heather Russell, Ph.D., proporciona ejemplos de situaciones en las que puede ser el momento de que los pacientes reciban ayuda:

  • La ansiedad y/o la depresión percibidas por el niño interfieren con su capacidad para sobrellevar el día (es decir, participación plena en las terapias, comer y dormir bien, tomar los medicamentos recomendados, completar las actividades de la vida diaria, dar consentimiento/ asentimiento para las cirugías).
  • El niño parece estar enojado o se comporta mal la mayor parte del tiempo, lo que interfiere con su capacidad para sobrellevar el día.
  • El niño está teniendo dificultades paraafrontar su dolor.
  • El niño tiene dificultades para dormir o comer y no se puede explicar médicamente.