Las discusiones sobre la atención médica pueden ser sensibles y emocionales, especialmente cuando los niños se enfrentan a una nueva enfermedad o lesión. Los padres podrían preguntarse cómo decirle a un niño pequeño que se someterá a una cirugía. Una adolescente con una nueva lesion de la médula espinal podría preguntar a sus padres si podrá volver a caminar.
No hay una forma «correcta» o «incorrecta» de enfocar estas conversaciones; sin embargo, puede ser útil pensar en la edad y el nivel de desarrollo de su hijo. Aquí hay una guía edad por edad para tener estas discusiones.
Niños muy pequeños (0 a 2 años) y preescolares (3 a 5 años)
Incluso los niños muy pequeños captan las emociones, los comportamientos y el lenguaje de los adultos que los rodean. Mostrar una gama completa de emociones es normal y saludable, pero ayuda a ser consciente de las señales que usted está enviando.
- Use un lenguaje simple y directo. Cuénteles qué esperar durante las visitas al médico y los tratamientos.
- Para los niños mayores de edad preescolar, comparta datos simples como el nombre de su afección médica, y ayúdelos a aprender la terminología sobre su cuidado. Sea honesto, pero filtre aquello que no sea necesario o sea demasiado complejo.
- A los niños pequeños les reconfortan las rutinas. Mantenga las cosas consistentes en la medida que le sea posible.
Infancia media (6 a 12 años)
Algunos niños en edad escolar sienten curiosidad por su afección médica. Es posible que otros ni siquiera lo piensen a diario. Es importante conocer a los niños donde están y seguir su ejemplo.
- Hable con los niños sobre cómo responder a las preguntas que podrían recibir de sus compañeros. Planificar con anticipación y crear un guion puede darles confianza para responder preguntas difíciles.
- Busque historias de otros. Planificar con anticipación y crear un guion puede darles confianza para responder preguntas difíciles.
- Continúe siendo honesto. Brindar información inexacta para que un niño se sienta mejor puede tener consecuencias perdurables.
- Hágales saber que es bueno para ellos hacer preguntas o compartir sus sentimientos. Explique que a veces las cosas son difíciles y elimine la presión para encontrar el «lado positivo».
Adolescentes y adultos jóvenes (13 a 18 años)
Es típico que los adolescentes les den una gran importancia a las relaciones con sus compañeros. Por lo tanto, es particularmente importante conversar con los adolescentes sobre los cambios en la apariencia, las diferencias físicas y la autoestima.
- Debata cómo su lesión o afección podría afectar sus actividades diarias, como los deportes, las actividades escolares y el tiempo que pasa con sus amigos.
- Brinde información directa sobre su tratamiento, procedimientos o diagnóstico. Este grupo de edad suele comprender mejor información más compleja sobre su atención médica.
- Considere la posibilidad de que lleven un diario para las preguntas que puedan surgir cuando estén en casa y llévelo a las citas médicas.
- Si no quieren hablar en un momento determinado, hágales saber que siempre pueden volver a contactarle más tarde.
- Lidere con el ejemplo y modele un afrontamiento saludable, como hacer ejercicio, socializar y dormir bien.