En 1920, cuando los miembros de la fraternidad Shriners tomaron oficialmente la decisión trascendental de crear un hospital para brindar atención médica a niños con dificultades ortopédicas, quizás pocos imaginaron que un lugar tan modesto como Shreveport, Louisiana, serviría de sede para la crucial iniciativa. Si bien era una ciudad portuaria y agrícola bien establecida en aquella época, Shreveport era esencialmente desconocida a nivel nacional. Incluso la membresía local de Shriner era relativamente nueva, debido a que el naciente El Karubah Shriners recibió sus estatutos en 1914.
Pero a mediados de 1921, cuando los planes para construir el primer Hospital Shriners en St. Louis, Missouri, se detuvieron debido a problemas con la adquisición de terrenos, Shreveport apareció en el mapa.
Abogando por Shreveport
El conocido empresario, líder cívico y Potentado (Director General) de El Karubah, James Horace Rowland, lanzó una agresiva campaña para construir un hospital en Shreveport al enterarse de los planes para un sistema de hospitales. Rowland rápidamente comenzó a recaudar fondos y a conseguir los terrenos necesarios. Posteriormente, solicitó la ayuda de la Shreveport Medical Society con el fin de obtener financiación para incorporar un cirujano ortopédico calificado durante un año de actividad.
Acompañado por el alcalde de Shreveport, L.E. Thomas y otros padres fundadores de El Karubah, Rowland viajó a Atlanta para presentar su propuesta al comité de Shriners que supervisaba la iniciativa del hospital. Rowland expuso no solo el fuerte apoyo local y los planes ya en marcha, sino también el potencial para que el área de Shreveport se beneficiara en gran medida del desarrollo del petróleo y el gas natural a lo largo de los años. El comité presidido por Sam Cochran de Dallas, Texas, quedó impresionado con el nivel de preparación de la delegación de Shreveport. En septiembre de 1921, Rowland y El Karubah Shriners recibieron la aprobación para avanzar.
Al informar a sus electores luego de la aprobación de Shreveport como primera ciudad anfitriona, Rowland recordó la importante competencia entre las posibles ciudades anfitrionas.
“Aunque todos esperábamos que Shreveport fuera seleccionada como sede… hubo una enorme presión por parte de otras ciudades y parecía que había pocas garantías de que la ciudad tuviera una oportunidad”, recordaba Rowland en una entrevista con un periódico en 1921. “Creo que el trabajo realizado por los representantes de El Karubah… fue principalmente decisivo para la adopción del plan del hospital en su conjunto”.
Planificando un lugar especial para los niños
Con el camino despejado para la creación de un hospital en Shreveport, Shriners dirigió su atención hacia la planificación del nuevo centro. Shriners recurrió a Edward Frank Neild, un destacado arquitecto local y padre fundador de El Karubah Shriners, para liderar la iniciativa de diseño. Neild, quien anteriormente había contribuido con su talento en la elaboración de monumentos locales como la Scottish Rite Cathedral, el B’nai Zion Temple y el Caddo Parish Courthouse, creó un diseño ornamentado, inspirándose en el Scottish Rite Hospital en Atlanta. Neild tuvo una carrera prolífica y fue contratado por el presidente (y Shriner) Harry S. Truman para que le asesorara en las renovaciones de la Casa Blanca y en el diseño de la Biblioteca Truman.
Los planes para el primer Hospital Shriners preveían un centro con 60 camas, dividido en pabellones con 30 camas para niños y niñas. El terreno de 5.9 acres en la esquina de Kings Highway y Samford Avenue, asegurado por El Karubah Shriners, sería posteriormente adquirido por Shriners a un costo de $35,000 y donado al hospital. Los costos estimados para la construcción y el equipamiento ascendieron a un total de $300,000.
En mayo de 1922, se colocó la primera piedra del primer Hospital Shriners del mundo durante una ceremonia que contaba con una audiencia que incluía multitudes de Shriners, amigos y simpatizantes. Oficiada por el Potentado Imperial (Director General de la fraternidad) Ernest Cutts (Alee Shriners), la ceremonia aseguró el legado del centro de Shreveport como el primer Hospital Shriners y marcó físicamente el comienzo de una iniciativa ambiciosa y sin precedentes para brindar atención médica esencial a los niños necesitados.
A medida que avanzaba la construcción del centro de Shreveport durante el verano de 1922, también se estaban desarrollando planes para comenzar a atender de manera inmediata las necesidades ortopédicas de los niños en toda la región. Guy Caldwell, M.D., comenzó a programar citas para niños desde su consultorio médico en el centro de Shreveport. Cumpliendo su promesa anterior, la Shreveport Medical Society, contrató los servicios del Dr. Caldwell durante el primer año de actividad del hospital, una condición para que este llegara a Shreveport.
Marcando una diferencia en la vida de los pacientes
La primera paciente del sistema de atención médica de los Hospitales Shriners fue atendida en el consultorio del Dr. Caldwell en el centro de la ciudad el 16 de septiembre de 1922. La paciente era Aileen, una niña de 7 años de Gibsland, Louisiana, que fue tratada por pie equino varo. Desde su primera visita, Aileen desarrolló una relación especial con el centro y regresó en varias ocasiones a lo largo de su vida para apoyar al Hospital Shriners.
En los meses siguientes, Shriners Children’s Shreveport inició de lleno su misión de brindar excelente atención ortopédica a los niños necesitados. El 6 de abril de 1923, cuando se inauguró el nuevo centro, el hospital ya se había establecido en los corazones de la comunidad de Shreveport.
“El Hospital Shriners… es verdaderamente conocido como la mayor bendición de esta ciudad”, afirmó un editorial publicado en el Shreveport Times coincidiendo con la inauguración. “Porque no podría haber trabajo más noble que (ayudar) a pequeños inocentes que no tienen forma de ayudarse a sí mismos”.
Luego de la celebración y la ceremonia de inauguración de su querido y anhelado nuevo hospital, Shriners de Louisiana dirigió su atención a satisfacer las necesidades de una población de pacientes diversa y desafiante. Si bien se enfocó principalmente en los efectos devastadores de la polio en los niños, el primer Hospital Shriners ofreció servicios para niños con afecciones ortopédicas congénitas (presentes al nacer), al igual que atención para lesiones ortopédicas como las adquiridas por el arduo trabajo en las tierras agrícolas de la región.
En los primeros años de actividad del hospital, los pacientes debían cumplir con tres requisitos para recibir tratamiento: ser menores de 14 años, ser personas en situación de indigencia o no poder pagar los servicios y tener una afección que pudiera ser tratada por el personal médico del centro. Finalmente, se revisaron las condiciones previas para incluir la atención a todos los niños de hasta 18 años que pudieran beneficiarse de los servicios prestados, independientemente de su situación económica.
Rowland, a cuyos esfuerzos se debe en gran medida la llegada del primer Hospital Shriners a Shreveport, fue nombrado primer presidente de la junta de gobierno del hospital. Dada su estrecha vinculación con el hospital, Rowland desempeñó un papel muy visible en la dirección de las labores de este. En sus 20 años como presidente, Rowland mantuvo una presencia fija y paternal dentro del centro, ganándose el cariñoso apodo de “Daddy Rowland”, (papá Rowland), entre los pacientes jóvenes del hospital.
En su primer año, Shriners Children’s Shreveport brindó atención médica a aproximadamente 480 niños. En cinco años, ese número se había ampliado a más de 1,000, con familias que viajaban cientos de millas en tren, automóvil e incluso a caballo para dar a sus hijos una oportunidad de mejorar sus vidas gracias a la labor de amor realizada en Shriners.
Una visión hecha realidad
Hace cien años, Shriners de Louisiana adoptó la gran visión de los líderes de la fraternidad y la hizo propia, orquestando un plan audaz para brindar la atención ortopédica que cambia la vida a los niños en todo el sur. Esa visión local de Shreveport cobró vida gracias a las contribuciones de Shriners dedicados, profesionales experimentados de la medicina, enfermeras y personal, y el apoyo permanente de la comunidad de Shreveport. Y continúa hasta el día de hoy en ese venerado terreno de la esquina de Kings Highway y Samford Avenue.