NOMBRE: DRA. CHRISTINA KIM
ESPECIALIZACIÓN: URÓLOGA PEDIÁTRICA
CENTRO DE ATENCIÓN: SHRINERS CHILDREN’S NEW ENGLAND
Christina Kim, M.D., tiene la perspectiva única de ser uróloga pediátrica y madre de una paciente de urología. Hace dieciocho años, su hija, Hannah, nació con hidronefrosis, o inflamación del riñón. Esta afección generalmente no requiere intervención, pero para el caso grave de Hannah, la Dra. Kim y su esposo tuvieron que considerar la reconstrucción quirúrgica del riñón de Hannah.
“He tratado a muchos pacientes con la misma afección. Tenía amplios conocimientos sobre la enfermedad, las pruebas, las opciones de tratamiento y los riesgos y beneficios asociados. A pesar de ello, tomar decisiones sobre el tratamiento de Hannah no fue fácil”, recuerda la Dra. Kim. “Mis mayores preocupaciones eran la salud de su riñón y posibles problemas crónicos de salud en el futuro”.
La experiencia de la Dra. Kim le dio una valiosa perspectiva que ahora aplica en su trabajo como profesionista de la salud en Shriners Children’s New England, en Springfield, Massachusetts.
“Cuando conozco nuevos pacientes, a menudo comparto mis experiencias como madre de una paciente de urología. Los padres se sienten más cómodos cuando saben que he estado en su lugar y que puedo empatizar realmente con su situación”, compartió la Dra. Kim. “Esto puede llevar a una mejor conexión y comunicación desde el principio”.
Esto también influye en la forma en que interactúa con sus pacientes pediátricos. “Como madre, valoro que los proveedores de atención médica se tomen el tiempo para involucrarse y escuchar directamente a mi hija, así que siempre intento adoptar ese enfoque con mis pacientes. Primero hablo con ellos para comprender de qué creen que se trata su cita”, explica la Dra. Kim. “También les pregunto sobre temas no médicos, como la escuela, los deportes, los pasatiempos o la familia, para romper el hielo”.
Uno de los aspectos únicos de la urología pediátrica, afirma la Dra. Kim, es que muchos pacientes no saben que presentan algo atípico y acuden sin saber por qué están allí. Pero algunos pueden mostrarse tímidos porque se trata de una zona corporal sensible.
“Con frecuencia hago dibujos durante la visita del paciente. Considero que muchas personas asimilan más cuando se combinan explicaciones verbales y visuales”, afirma la Dra. Kim. “También elijo mis palabras con cuidado con la esperanza de que mi evaluación y mi consejo sean comprendidos tanto por el paciente como por el padre o tutor”.
Sus experiencias como madre y uróloga han beneficiado a pacientes a lo largo de sus 20 años de carrera. “Tengo algunos pacientes que padecen algo específico que solucioné, y mejoró su calidad de vida”, afirmó. “También he tenido pacientes a los que traté desde su infancia hasta la edad adulta. Su atención médica comenzó cuando eran demasiado pequeños para hablar, y 10 años después mantienen conversaciones conmigo. Es un honor cuando un padre y un hijo comparten que mi presencia marcó una diferencia en sus vidas. Estoy agradecida de tener la oportunidad de hacer esto como mi trabajo”.