Comunidad de Hospitales Shriners para Niños

Niños Ayudando a Los Niños

A través de sus esfuerzos desinteresados, estos niños están creando un impacto perdurable en nuestros pacientes

Nadie sabe mejor lo que es ser un niño que enfrenta una afección médica o una diferencia física, que los mismos niños. Es por eso que tantos pacientes en los Hospitales Shriners para Niños están comprometidos en ayudar a otros pacientes: Ellos han sentido el impacto en sus propias vidas y quieren contribuir. Aquí están las historias de cuatro jóvenes que han marcado la diferencia en la vida de otros niños.

Juguetes de T.J.

T.J. alardea de algunos de los juguetes que ha recolectado en su colecta de juguetes

“Quería retribuir a los Hospitales Shriners porque he obtenido mucho de ellos”, comentó T. J. “Voy allí, soy un paciente”. Al niño de 13 años, que tiene una condición rara conocida como hemimelia peronea, le amputaron la pierna cuando era muy joven. Ahora él y su familia hacen el viaje de 200 millas desde su hogar en Ammon, Idaho a los Hospitales Shriners para Niños — Salt Lake City para obtener prótesis nuevas y personalizadas a medida que crece. T.J. dice que poder caminar, correr y practicar deportes lo ha ayudado a ganar confianza y a sentir que puede hacer cualquier cosa que se proponga. Pensando en su propia travesía médica, T.J. recordaba cuánto significaba para él tener un juguete especial. “Tienes algo que es tuyo y lo adquiriste [en el hospital]. A veces es lo que te mantienen feliz”, T.J. comentó.

T. J. habló con su padre y el director de su escuela acerca de llevar a cabo una colecta de juguetes. El director, Gene Smith, estuvo totalmente de acuerdo con la idea. “Fue una gran oportunidad para nuestros estudiantes de retribuirle a algunos niños que realmente necesitan algo de alegría en su vida”, comentó. T.J. invitó a su escuela y comunidad a contribuir con juguetes, y para su satisfacción, pudo recolectar más de 200 de ellos.

su siguiente cita en el hospital, T.J. personalmente entregó algunos de los juguetes a otros pacientes. “Mi parte favorita fue darle un paquete de autos Hot Wheels a un niño en silla de ruedas. Su enorme sonrisa fue mejor que cualquier cosa que pudiera comprar”, T.J. comentó.

Un impulso interior

Connor es un adolescente que ha encontrado su voz y la está usando para ayudar a animar a otros niños, especialmente a aquellos que tienen diferencias físicas. Connor, nació con labio leporino y paladar hendido y se convirtió en paciente de los Hospitales Shriners para Niños — Chicago cuando era un bebé. Los patólogos del habla y el lenguaje le enseñaron a la madre de Connor cómo alimentarlo con una jeringa, dándole fuerza para la cirugía cuando solo tenía 2 meses. Ahora con 15 años, ha tenido 13 cirugías para corregir su paladar, mandíbula y dientes y ayudarle a vivir una vida saludable. A lo largo de su travesía, Connor y su familia han mantenido una pasión por el golf. Realizan una excursión anual de golf que beneficia el programa de labio leporino y paladar hendido del Hospital Shriners–Chicago.

Con el tiempo, el evento ha recaudado casi $200,000. A principios de este año, habló con golfistas junior en el campeonato PGA Tour BMW de Playoff de la Copa FedEx. “Cada vez que Connor habla para hacer una mayor divulgación, me doy cuenta de lo lejos que ha llegado”, comentó su madre, Kelly. “Recuerdo cuando, a veces, apenas podía entender lo que él intentaba decir como consecuencia de su problema de expresión. Luego lo veo de pie, a veces frente a cientos de personas y veo cuán confiado y orgulloso está; me hace llorar siempre”. A Connor le gusta encontrar formas de combinar su amor por el deporte con su impulso para ayudar a los demás. El golf es un deporte tan genial que es apto para todas las edades, habilidades y personas”, comentó. “¡Con un poco de trabajo duro y conversando con la gente, podemos contribuir a nuestro juego de golf y ayudar a las personas!”

El amor de un hermano

Ethan recorre el Vermont Long Trail, recaudando $12,000 para el Hospital Shriners de Springfield.

Para muchos estudiantes de secundaria, el verano es un momento para pasar el rato y divertirse. Sin embargo, el verano pasado, Ethan, de 17 años, de Conway, Massachusetts, un ávido excursionista, se inspiró para planificar una ambiciosa caminata para recaudar dinero para los Hospitales Shriners para Niños — Springfield, en honor a su hermana menor, Emily. Ethan estaba motivado por su doble conexión con el hospital:

Su hermana, que nació con un paladar hendido, es una paciente, y su padre, ortodoncista, es consultor del hospital. “Quería ayudar a dar a cada niño nacido con labio leporino o paladar hendido, una sonrisa que estuvieran orgullosos de compartir”, comentó.

Ethan hizo planes para caminar por el Vermont Long Trail, un sendero de 273 millas que se extiende desde la recta Massachusetts/ Vermont hasta la frontera con Canadá durante 21 días. Rápidamente superó su objetivo de recaudar $5,000 antes de poner un pie en el camino. Ethan amplió su meta a $10,000 y comenzó su caminata. El sendero lo llevó a través del bosque rocoso y denso y a la cima del pico más alto de Vermont. Caminó con el sol, dormía en refugios improvisados y cenaba macarrones con queso y fideos Ramen. Al final, la caminata le llevó solo 19 días. Promedió 15 millas por día y recaudó casi $12,000.

“Es sorprendente lo que Ethan ha logrado”, comentó Karen Motyka, directora de desarrollo de donantes para el Hospital Shriners de Springfield. “No solo fue un logro personal importante, sino que sus esfuerzos ayudarán a garantizar que la atención que cambia vidas, esté disponible para todos los niños”.

La imagen de la generosidad

Ansel vende sus fotografías y dona las ganancias a los Hospitales Shriners para Niños.

Un adolescente que quiso retribuir recientemente, tuvo el placer de presentar una donación de cuatro cifras al Hospital Shriners de Spokane. Ansel, de 15 años, y su hermano mayor, Jonas, tienen escoliosis y recibieron tratamiento en el Hospital Shriners de Spokane. Con tres curvaturas en su columna vertebral, Ansel ha soportado los corsés y la fisioterapia continua, lo cual le ha ayudado a evitar la necesidad de procedimientos quirúrgicos invasivos. Cuando Ansel tenía solo 5 años y su hermano 10, fundaron la organización sin fines de lucro, Through the Eyes of a Child Photography, (Fotografía a través de los ojos de un niño), creando y vendiendo tarjetas de felicitación que capturan la belleza de la naturaleza. El rol inicial de Ansel fue “tomar fotografías increíbles y ser guapo”, como dice su sitio web. Diez años después, Ansel ha tomado el timón de la organización caritativa y ha designado su propósito como beneficioso para el Hospital Shriners de Spokane.

“Poder combinar algo que me encanta hacer con una causa que es personalmente importante para mí es muy gratificante”, comentó Ansel. Esta organización sin fines de lucro dona el 100% de sus ganancias. A principios de este año, Ansel visitó los Hospitales Shriners para Niños — Spokane, para entregar un cheque de $1,500 – la primera donación proveniente de sus continuos esfuerzos.

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