Olvídate de ver los partidos: los pacientes del Shriners Children’s Chicago participaron en la acción. Los festejos comenzaron con una «carrera de antorchas», y los pacientes rodaron, caminaron o recorrieron el hospital el día de la inauguración. El último «corredor» llegó a tiempo para las ceremonias de inauguración de París. Una entrada por todo lo alto: Ezra, un paciente de 17 años con escoliosis y virtuoso del violín, tocó el himno nacional. Pero la emoción no acabó ahí. Durante los 12 días siguientes, los terapeutas recreativos exhibieron deportes de adaptación en el centro comercial del hospital. Desde fútbol para ciegos (fútbol americano para pacientes con discapacidad visual) y parabádminton hasta voleibol sentado y baloncesto en silla de ruedas, los pacientes y el personal abrazaron el espíritu paralímpico. Mientras los visitantes se reunían para mirar y jugar, los terapeutas formularon una pregunta poderosa: ¿Qué enciende tu llama? Las respuestas llenaron una antorcha gigante recortada, un brillante recordatorio de que estos niños son la prueba de que, con espíritu y apoyo, todos los niños pueden brillar.
Pequeños campeones
Los pacientes del Shriners Children’s Chicago adoptan el espíritu paralímpico