Cuando empezaron a incrementar rápidamente los casos de coronavirus en los EE. UU., muchos hospitales se quedaron sin suficientes mascarillas para su personal, lo que los puso en un mayor riesgo de contraer el virus. Además, la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de usar protectores faciales en entornos públicos originó una demanda sin precedentes de protectores faciales artesanales. Muchas personas se ofrecieron como voluntarios para ayudar a atender la escasez, incluidos miembros del personal dedicados de los Hospitales Shriners para Niños.
Tomando el rol de costurero
A medida que se reducía el número de pacientes en los Hospitales Shriners para Niños — Salt Lake City tras el pico la pandemia del COVID-19, Margaret Pedicini, LCSW, ACM-SW, una trabajadora social médica pediatra certificada por la junta del hospital, dedicó su tiempo para satisfacer una gran necesidad del hospital, cosiendo protectores faciales de tela artesanales.
El trabajo social es una profesión útil por naturaleza y por convicción”, afirmó Pedicini. “Me gusta mantenerme ocupada, y debido a que tengo muchos amigos en residencias en todo el país, en las primeras líneas de varios hospitales, decidí empezar a hacer mascarillas.» Pedicini afirmó que ella está intentando llevar tanta energía y alegría como sea posible en tiempos en los que uno nunca sabe quién puede necesitar una ayuda. Los diligentes esfuerzos de Pedicini produjeron más de 500 mascarillas artesanales, de las que donó 100 al Salt Lake City Shriners Hospital. El resto fueron enviados a sus amigos, familiares y contactos personales en 15 estados distintos. Sus esfuerzos han pasado de ser una buena idea a un gran compromiso, junto con un logo y un nombre: Margaret’s Mask Project. En los Hospitales Shriners para Niños — Springfield, la Asistente Médica Sarah Durgin se conmovió ante el hecho de que sus pacientes no podían verla sonreírles a través de la mascarilla . Ella trabajó con el fotógrafo médico del personal, que creó insignias con fotos amigables para cada miembro del personal médico. Ellos las usan para que los pacientes y familiares puedan sentirse más cómodos y familiarizarse de manera instantánea con los proveedores de atención (y sus sonrisas). Durgin también hizo mascarillas de tamaño infantil con patrones divertidos para los pacientes. “Creo que es más probable que los niños usen las mascarillas si son divertidas, lo que ayudará a mantenerlos a todos a salvo”, afirmó.
Un esfuerzo comunitario
En Chicago, costureros aficionados de todo tipo se reunieron en la ciudad para hacer mascarillas para los proveedores de atención médica. Ellos se contactaron usando el grupo de Facebook, Chicago Mask Makers. Lydia Barhight, Ph.D., una psicóloga clínica de los Hospitales Shriners para Niños — Chicago, se unió a los esfuerzos cuando un compañero del personal le contó al respecto. La Dra. Barhight dijo que su esposo es un médico de UCI, lo que hacía que ella se sintiera particularmente preocupada acerca de la disponibilidad de equipo de protección personal para trabajadores de atención médica. “No había cosido desde el séptimo grado, pero lo recordé rápidamente. Resulté cosiendo unas 300 mascarillas. Como grupo, donamos más de 17,000.»
Los voluntarios hacen mascarillas, y también una gran diferencia
Hubo incluso más esfuerzos para brindar mascarillas a los Hospitales Shriners para Niños — Salt Lake City. Más de 30 personas donaron en conjunto al menos 2,500 mascarillas artesanales. Entre los generosos donantes se encontraban Aline Smith y su hermana, Denice Vernieuw, miembros del templo local Daughters of the Nile, una organización femenina que apoya a nuestro sistema de atención médica. “Nos complació brindar nuestros servicios”, afirmó Smith.
Janet Welsh, una de las adiestradoras voluntarias de perros del hospital Salt Lake City, también donó mascarillas. “Me inspiré a hacer mascarillas debido a que soy costurera y tenía el tiempo para hacerlo. Actualmente, pocas personas saben coser, así que empecé a hacer mascarillas al principio de la cuarentena”, afirmó Welsh. “Empecé a coser con la intención de hacerlas para mi familia y amigos, pero después me contacté con una organización que estaba coordinando costureros para hacer mascarillas y donarlas a los hospitales locales. Luego, cuando los Hospitales Shriners hicieron la convocatoria, les entregué las dos o tres docenas que había hecho.»
Ayuda desde Canadá
Cerca de 100 mujeres en representación de organizaciones femeninas de Canadá, que apoyan el trabajo de los Hospitales Shriners para Niños — Canada han donado más de 500 mascarillas reutilizables y 450 batas reutilizables para el hospital. Estasmujeres son miembros de las unidades de costura de Ladies’ Oriental Shrine of North America, Daughters of the Nile, Wawa Ladies Auxiliary, Ladies of the Saber y Karnak Ladies Auxiliary. Incluso establecieron como una prioridad escoger telas con patrones divertidos y coloridos para alegrar los días de los miembros del personal y los pacientes. Hay ejemplos incontables de historias como estas a lo largo de nuestro sistema de atención médica. Les agradecemos a los muchos voluntarios generosos que han donado tantas cosas.