Keira y Madelyn nacieron con la misma enfermedad poco común: ausencia congénita del brazo izquierdo. Con 15 años de diferencia entre ellas y tratadas en diferentes centros de atención Shriners Children’s (Keira en Filadel a y Madelyn en St. Louis), no era probable que fueran a cruzarse alguna vez. Sin embargo, hace siete años sucedió lo improbable. Gracias al poder de las redes sociales, sus madres Jessica y Melissa conectaron y se creó un vínculo especial entre ambas. La conexión es un ejemplo de cómo los pacientes de Shriners Children’s encuentran mucho más que una atención increíble en las instalaciones.
Encontrar a alguien similar
A pesar de su diferencia de edad, las niñas comparten muchas similitudes. Keira, de 8 años, es a menudo descrita como la mini-yo de Madelyn, de 23 años. Esas similitudes les han permitido encontrar a alguien que pueda identificarse con sus experiencias diarias. Con el paso de los años, las niñas y sus madres habían encontrado apoyo mutuo, pero solo a través de mensajes y videollamadas … Hasta hace poco. Las predestinadas amigas finalmente pudieron conocerse en persona gracias a Shriners Children’s y al Lucky Fin Project, un recurso educativo y una red de apoyo para familias de niños con diferencias en las extremidades.
“Conocer a Keira en persona fue uno de esos momentos difíciles de explicar con palabras, porque fue realmente una inmensa alegría encontrarse con alguien que se parece a ti, después de conocerse durante años, pero estar separadas por la distancia”, afirma Madelyn. Keira afirma que se emocionó cuando vio a Madelyn y se alegró de que pudieran conocerse en persona.
Correr la voz
La parte más especial de la visita fue la oportunidad de hablar juntas en la escuela de Keira. Durante la presentación, las niñas compartieron sus historias y les enseñaron a los estudiantes sobre los aparatos ortopédicos y las prótesis. “La confianza de Keira en sí misma fue evidente cuando estuvo junto a Madelyn frente a un gran grupo de estudiantes, ¡algo que nunca habría hecho antes!” afirma Jessica, la madre de Keira.
A las niñas y a sus madres realmente les encanta festejar entre ellas y, especialmente, les encanta celebrar todos sus logros juntas.
“Keira se iluminó cuando vio a Madelyn e inmediatamente corrió hacia ella como si la conociera desde siempre. Nadie diría que era la primera vez que se veían en persona”, afirma Jessica. “Ese es un verdadero testimonio de la conexión de la comunidad Shriners”.
“No son muchas las personas que nacen sin su brazo izquierdo, y saber que Keira puede ver a alguien que se parece a ella es un placer”, afirma Madelyn. “Hay tantos conocimientos valiosos en la experiencia de vida que cada uno de nosotros tiene con diversas discapacidades, y para mí significa mucho poder transmitir esa información para generar un impacto positivo”.