¿Qué es una quemadura solar?
Una quemadura solar es una forma de daño en la piel causada por la sobreexposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol o de fuentes artificiales como las camas solares. Los rayos UV penetran en la piel dañando las células, lo que provoca inflamación y el enrojecimiento y la descamación característicos.
¿Quién corre riesgo?
Cualquier persona corre el riesgo de sufrir una quemadura solar si no utiliza la protección adecuada o por una exposición prolongada. Los niños suelen tener un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares porque su piel es más fina y sensible. Según el Instituto Nacional del Cáncer, casi el 60% de los adolescentes informan haber sufrido al menos una quemadura solar al año. En comparación, solo el 30% de los adultos informa haber sufrido una quemadura solar.
Ali Fagin, M.D., FACS, cirujana de quemaduras de Shriners Children’s Ohio, explicó que los pacientes con quemaduras, con cicatrices o injertos de piel deben prestar especial atención a la exposición al sol por varias razones.
“Si un niño tiene cicatrices debido a una quemadura o un injerto cutáneo, la exposición a los rayos UV puede cambiar la apariencia de la cicatriz, cambiando su color y haciéndola más notoria”, afirmó. “Además, la piel que ha sido injertada es más fina y sensible”.
La Dra. Fagin añadió que la piel injertada no contiene glándulas sudoríparas, que ayudan a controlar la temperatura corporal, por lo que los niños con piel injertada pueden tener dificultades para enfriar su cuerpo.
¿Puede una quemadura solar requerir atención médica?
El Instituto Nacional del Cáncer informa que más de 33,000 quemaduras solares requieren la visita a una sala de urgencias cada año. La Dra. Fagin afirma que la exposición prolongada al sol puede provocar incluso quemaduras de segundo y tercer grado. “Como cualquier quemadura grave, una quemadura solar extrema provocará ampollas generalizadas, oscurecimiento de la piel y dolor intenso”, explicó la Dra. Fagin. Añadió que las quemaduras graves pueden provocar daños permanentes en los tejidos e incluso aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel, especialmente melanoma.
¿Qué protector solar es mejor?
Uno de los elementos más importantes a considerar a la hora de elegir un protector solar es el FPS o factor de protección solar. Esta cifra indica el tiempo que tardaría la piel en enrojecer con un protector solar en comparación con la ausencia de este. La Dra. Fagin y el Instituto Nacional del Cáncer recomiendan utilizar un FPS 30, pero advierten que ningún protector solar bloquea por completo los rayos solares. Independientemente del factor FPS, el protector solar se debe aplicar unos 30 minutos antes de la exposición al sol y volver a aplicarlo con frecuencia, especialmente si usted se encuentra en el agua o si transpira.
“El protector solar, cuando se aplica correctamente, es una de las mejores defensas contra este tipo de quemaduras”, afirma la Dra. Fagin. “Minimiza los daños causados por el sol tanto a corto como a largo plazo”.