Cada año, miles de niños y adolescentes reciben atención médica que les cambia la vida en Shriners Children’s. Visite cualquiera de nuestros centros de atención en los Estados Unidos, México o Canadá y descubrirá las inspiradoras historias de jóvenes pacientes que están progresando después de recibir tratamiento. También percibirá ese espíritu único que distingue a Shriners Children’s de otros proveedores de atención médica. >>
Se selecciona a dos pacientes para que representen al sistema de atención médica a lo largo del año. Estos Pacientes Embajadores a nivel Internacional son presentados en julio, en una convención anual que reúne a Shriners de todo el mundo. Muestran los resultados exitosos e ilustran cómo los pacientes de Shriners Children’s adquieren la confianza para superar la adversidad y perseguir sus sueños.
En julio, los Pacientes Embajadores a nivel Internacional 2025-2026, Carlota y Brandon, fueron a Atlanta, Georgia, para expresar su gratitud y entusiasmo. Su año estará lleno de momentos memorables, entre ellos su aparición en eventos deportivos de gran repercusión mediática y en el desfile más televisado del mundo, el Desfile del Torneo de las Rosas.
Conozca a Brandon

Brandon, de 15 años, se mantiene firme con tranquilidad, lo que da testimonio de su fortaleza y resiliencia al superar los desafíos de la mielitis flácida aguda (AFM). A pesar de los efectos duraderos de la enfermedad, sigue progresando, siguiendo lo que más le apasiona e inspirando a otros con su espíritu positivo.
A los 6 años, Brandon era un niño más de Carolina del Sur que terminaba la temporada de béisbol con sus padres y sus dos hermanos. Nadie le dio importancia cuando empezó a tener dolor de cabeza y secreción nasal, hasta que una mañana, Brandon intentó levantarse de la cama y se desplomó. Se le paralizó el lado derecho de su cuerpo. “Fue aterrador”, recuerda su madre, Kathleen. Los médicos pronto le diagnosticaron mielitis flácida aguda (AFM, por sus siglas en inglés), una afección poco común que ataca la médula espinal. Mientras que la mayoría de los niños solo padecen un resfriado leve, Brandon se enfrentó de repente a una enfermedad potencialmente mortal.
Brandon fue ingresado en un hospital local y luego trasladado a un centro de rehabilitación mientras su familia buscaba respuestas. La recomendación de un amigo de la familia sobre Shriners Children’s Greenville marcó un momento decisivo. Allí, Brandon comenzó a recibir terapia física y ocupacional intensiva.
–Brandon
El departamento de Servicios ortopédicos y prostéticos pediátricos fabricó aparatos ortopédicos personalizados para sostener su pierna mientras trabajaba para recuperar la movilidad. Su travesía también lo llevó a Shriners Children’s Philadelphia, donde fue atendido por un cirujano pediátrico especializado en manos, conocido por sus tratamientos innovadores para pacientes con AFM. Allí, Brandon se sometió a dos complicadas cirugías: una transferencia de nervios para restaurar la función de su brazo derecho y un procedimiento para estabilizar su hombro.
La recuperación continúa y Brandon sigue viajando entre Greenville y Filadelfia para recibir terapia y chequeos médicos, controlando los efectos duraderos, entre ellos la escoliosis. A pesar de los desafíos, se niega a permitir que la AFM lo defina. Ha asumido funciones de liderazgo, como la de presidente de la clase, y ha puesto en marcha un negocio de carpintería que produce artículos para el mercado agrícola local. “La AFM cambió por completo mi vida, pero Shriners Children’s me enseñó que ser diferente no es sinónimo de no poder hacer nada”, afirma Brandon.
Brandon, que ahora tiene 15 años, comparte su historia como Paciente Embajador a nivel Internacional, motivando a otros niños y familias para que nunca se rindan. Sueña con estudiar administración de empresas en la universidad y espera inspirar a otros a creer que, con perseverancia y el apoyo adecuado, incluso los obstáculos más difíciles pueden ser superados.
Conozca a Carlota

Carlota, una nadadora competitiva, captura momentos detrás de la lente y encuentra nuevas formas de expresarse fuera de la piscina.
La travesía de Carlota comenzó en la Ciudad de México, donde nació de forma prematura, con más de tres meses de antelación. Los médicos le diagnosticaron parálisis cerebral y hemiparesia espástica, y le advirtieron a su madre, Carla, que su hija debía prepararse para afrontar una vida llena de limitaciones; sin embargo, Carla se negó a aceptar un futuro definido de esta manera. Una coincidencia las llevó a Shriners Children’s Mexico, lo que marcó el comienzo de una atención médica transformadora.
La infancia de Carlota estuvo marcada por cinco cirugías complejas para corregir una diferencia de 12 centímetros (4,7 pulgadas) en la longitud de sus piernas, largas estancias en el hospital y sesiones intensivas de fisioterapia. Durante todas las pruebas, Shriners Children’s Mexico se convirtió en su ancla. “Shriners Children’s es el lugar donde los sueños cobran vida”, dijo Carlota. Fue el primer lugar que reconoció que antes de ser una paciente, ella era una persona.
–Carlota
A medida que Carlota crecía, surgían nuevos desafíos. El dolor articular la obligó a buscar formas creativas de mantenerse activa. A los 14 años, descubrió la natación a través de la rehabilitación. El agua se convirtió enseguida en su santuario, donde su cuerpo se sentía poderoso y libre. Lo que comenzó como una terapia pronto se convirtió en una pasión, y empezó a entrenar con el equipo paralímpico nacional de México. A los 18 años, se había convertido en una de las mejores nadadoras de México, ocupando el quinto lugar en América y el noveno a nivel mundial en su categoría. En el deporte que practica Carlota, las clasificaciones de América incluyen las clasificaciones de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.
Además de sus actividades deportivas, comenzó a estudiar psicología en la universidad, motivada por ayudar a otros atletas a gestionar las exigencias físicas y mentales de la competencia.
Este año, Carlota se convirtió en la primera Paciente Embajadora a nivel Internacional de Shriners Children’s Mexico. Quiere mostrarle a los demás lo que se puede conseguir cuando no se pierde la esperanza. “Shriners Children’s no es un simple centro de atención, sino un hogar, una familia y una fuente inagotable de apoyo. Mi misión es mostrar cómo Shriners Children’s transforma vidas. La valentía que veo en los demás pacientes me inspira cada día”.

Las aspiraciones de Carlota no dejan de crecer: sueña con competir por México en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028. “Mi mayor sueño es ir a los Juegos Paralímpicos”, afirmó. “Quiero demostrarme a mí misma y a los demás que se puede lograr lo que uno se propone, sin importar los obstáculos”. Su madre, Carla, que siempre creyó en su potencial, ha visto cómo su hija se ha convertido no solo en una campeona deportiva, sino también en un modelo a seguir para innumerables personas.
