Cuidado Compasivo

Una Historia de Excelencia en Atención de Quemaduras

A lo largo de décadas de innovación en la atención de quemaduras, Shriners Children's ha ayudado a los pacientes a desplegar sus alas.

Shriners Children’s sigue siendo un líder mundial en el cuidado de quemaduras pediátricas

Shriners Children’s es conocido en todo el mundo como líder en la atención de quemaduras pediátricas. Desde la inauguración de nuestros tres hospitales para quemaduras pediátricas en la década de 1960, nuestro sistema de atención médica ha estado a la vanguardia de programas y técnicas de tratamiento innovadores que han mejorado de manera drástica la tasa de supervivencia de los niños con quemaduras graves y han mejorado su calidad de vida. A continuación, una historia de cómo sucedió.

Década de 1960

En respuesta a la creciente necesidad de atención, investigación y educación de quemaduras pediátricas, el órgano rector de la organización Shriners aprobó una resolución en 1962 para construir y administrar hospitales especializados en la atención de quemaduras pediátricas. El primero se inauguró en 1966 en Galveston, Texas, seguido por los de Cincinnati, Ohio, y Boston, Massachusetts, dos años después. La creación de estos hospitales ayudó a crear conciencia sobre las lesiones por quemaduras pediátricas y la necesidad de una atención adecuada en toda la comunidad médica.

Década de 1970

Se lograron enormes mejoras en las tasas de supervivencia, debido particularmente a la investigación innovadora en materia de escisión, injertos y alimentación intravenosa. Además, se desarrollaron prendas de presión que ayudaron a disminuir las cicatrices. Shriners Children’s Ohio fue pionero en los bancos de piel, un precursor de los futuros métodos de obtención de tejidos, huesos y piel. Además, Shriners Children’s trabajó con la Administración de Incendios de los Estados Unidos y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor para identificar programas de prevención de quemaduras para escuelas y departamentos de bomberos.

El hospital de Boston también comenzó el primer programa de reingreso escolar para ayudar a los pacientes que están listos para el retorno a sus escuelas y comunidades.

Década de 1980

Se incorporaron clínicas ambulatorias en los tres hospitales para pacientes con quemaduras con el fin de brindar una atención médica continua después de que son dados de alta. Además, los investigadores de Shriners Children’s descubrieron que la escisión quirúrgica y el injerto temprano reducen las infecciones, acortan la estancia en el hospital y mejoran los resultados estéticos para los pacientes. Shriners Children’s creó la Semana de Prevención de Quemaduras, una campaña educativa nacional, en una iniciativa por aumentar la conciencia pública y reducir la cantidad de lesiones por quemaduras en los niños.

Década de 1990

Se ampliaron los servicios en nuestros hospitales para pacientes con quemaduras. Se puso a disposición la atención de afecciones no relacionadas con las quemaduras, como las Manchas de vino de Oporto (de nacimiento), malformaciones congénitas del oído y otras heridas complejas y afecciones de la piel. Además, se crearon nuevos programas para ayudar a los pacientes con quemaduras en cuestiones psicológicas y sociales, incluida la transición para el regreso a la escuela y a la comunidad.

En 1997, Shriners Children’s Northern California fue inaugurado en Sacramento para atender a niños con afecciones ortopédicas, quemaduras y lesiones de la médula espinal. El hospital se ha convertido en el centro de atención de quemaduras pediátricas más concurrido en el oeste de los EE. UU.

Años 2000 a 2020

Shriners Children’s continúa demostrando y siendo reconocido por su liderazgo en la atención de quemaduras.

Los cuatro centros de atención de quemaduras han tenido líderes que se han desempeñado como presidentes de la Asociación Americana de Quemaduras, y tres de los centros han sido anfitriones o coanfitriones del Congreso Mundial de Quemaduras, un evento anual de la Phoenix Society for Burn Survivors, que reúne aproximadamente a 800 sobrevivientes y sus familias, cuidadores, profesionales de atención de quemaduras y bomberos para compartir experiencias y apoyarse mutuamente.